Las «rayas de tigre» de Encélado

Las grietas de la superficie del polo sur de la pequeña luna Encélado se conocen comúnmente como las «rayas de tigre». Concretamente nos referimos a Damasco Sulcus, Bagdad Sulcus, Cairo Sulcus y Alejandría Sulcus, «sulcus» es surco en latín, y los nombres de los accidentes están relacionados con la novela Las mil y una noches. Estas fisuras podrían ser los respiraderos del oceáno global subterráneo que tiene esta pequeña luna. Tienen cerca de 130 km de longitud, 2 km de ancho y 500 m de profundidad. Tras el paso de la sonda Cassini el pasado 28 de octubre a 49 km de distancia de estos interesantes rasgos superficiales que emiten hielo y partículas desde estas cavidades al espacio o más concretamente al anillo E de Saturno, hacen suponer que el supuesto océano global podría ser propicio para la vida molecular.

Las rayas de tigre de Encélado
Las rayas de tigre de Encélado. Créditos imágenes: NASA. Composición: Julio J. Díez.

Estos «chorros» están formados por agua, dióxido de carbono, metano y monóxido de carbono, además de haberse detectado amoníaco y sales haciendo suponer que el océano podría ser salado. Se han contabilizado hasta 101 de estos géiseres en la superficie de la luna, y la potencialidad para la vida en este satélite podría ser superior que la luna Europa de Júpiter según diversos estudios, siendo por tanto uno de los lugares prioritarios del Sistema Solar para la comunidad científica internacional.

Situación, tamaño y rasgos de Encélado
Situación, tamaño y rasgos más llamativos de la luna Encélado. Créditos imágenes: NASA. Composición: Julio J. Díez.

La sonda Cassini ha realizado 22 encuentros con Encélado en su dilatada misión, antes de ser «engullida» y destruida en la atmósfera de Saturno en 2017.

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